Oración del Ángel de la Paz a los pastorcitos: enseñanzas en Fátima

    "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman."
    
Índice de contenido
  1. Los tres pastorcitos en el lugar de las apariciones
  2. Oraciones y jaculatorias enseñadas a los videntes de Fátima
  3. Oración para ofrecer sacrificios
  4. Oraciones enseñadas por el Ángel
  5. A recitar durante el Rosario
  6. Jaculatorias

Los tres pastorcitos en el lugar de las apariciones

En el año 1916, tres niños pastorcitos, Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto, presenciaron una serie de apariciones de un ángel en la localidad de Fátima, Portugal. Estas apariciones del Ángel de la Paz, como se le conoce, fueron un preludio a las famosas apariciones de la Virgen María que tuvieron lugar al año siguiente.Los pastorcitos se encontraban pastoreando sus ovejas en la Cova da Iria, un lugar apartado cerca de Fátima, cuando el Ángel de la Paz se les apareció por primera vez. El ángel les transmitió un mensaje de paz y les enseñó oraciones y jaculatorias que debían recitar para obtener la gracia de Dios.

Oraciones y jaculatorias enseñadas a los videntes de Fátima

El Ángel de la Paz enseñó a los pastorcitos varias oraciones y jaculatorias que debían recitar con fervor y devoción. Estas oraciones eran sencillas pero poderosas, y transmitían un mensaje de arrepentimiento, conversión y paz.Una de las oraciones más conocidas es la siguiente:Oración del Ángel de la Paz:Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.Esta oración refleja la fe profunda de los pastorcitos y su deseo de reparar por aquellos que no creen en Dios ni le dan el amor y la adoración que Él merece.

Oración para ofrecer sacrificios

El Ángel de la Paz también enseñó a los pastorcitos una oración para ofrecer sacrificios a Dios:Oración para ofrecer sacrificios:Dios mío, yo te ofrezco todo lo que me mortifica, todo lo que me cuesta, todo lo que me duele. Lo ofrezco por las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.Esta oración nos enseña a ofrecer nuestros sacrificios y sufrimientos a Dios, uniéndonos así a la Pasión de Cristo y colaborando en la redención de los pecadores.

Oraciones enseñadas por el Ángel

Además de las oraciones mencionadas anteriormente, el Ángel de la Paz enseñó a los pastorcitos una oración de adoración y una oración de reparación:Oración de adoración:Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido. Por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María, te pido la conversión de los pecadores.Oración de reparación:Dios mío, yo te amo sobre todas las cosas, con todo mi corazón y con todas mis fuerzas. Me pesa haberte ofendido. Ayudado por tu gracia, no volveré a pecar.Estas oraciones nos invitan a adorar a Dios y a reparar por los pecados cometidos contra Él, reconociendo nuestra propia debilidad y pidiendo su gracia para no volver a pecar.

A recitar durante el Rosario

El Ángel de la Paz también enseñó a los pastorcitos una oración para recitar durante el rezo del Rosario:Oración para recitar durante el Rosario:Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que más lo necesiten.Esta oración nos recuerda la importancia de rezar por la conversión de los pecadores y de confiar en la misericordia de Dios para obtener el perdón de nuestros pecados.

Jaculatorias

Además de las oraciones mencionadas, el Ángel de la Paz enseñó a los pastorcitos varias jaculatorias cortas pero poderosas que podían recitar en cualquier momento del día:Jaculatoria 1:Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.Jaculatoria 2:Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido. Por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María, te pido la conversión de los pecadores.Jaculatoria 3:Dios mío, yo te amo sobre todas las cosas, con todo mi corazón y con todas mis fuerzas. Me pesa haberte ofendido. Ayudado por tu gracia, no volveré a pecar.Estas jaculatorias nos permiten elevar rápidamente nuestras oraciones y pensamientos a Dios en cualquier momento del día, recordando su presencia y buscando su perdón y gracia.Las enseñanzas del Ángel de la Paz a los pastorcitos de Fátima nos invitan a la oración, la adoración, la reparación y la conversión. Estas oraciones y jaculatorias nos ayudan a acercarnos a Dios, a pedir su perdón y a buscar su gracia en nuestras vidas. Siguiendo el ejemplo de los pastorcitos, podemos encontrar la paz y la esperanza en medio de las dificultades y desafíos de la vida.

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